El Cubo de Rubik no es solo un juguete, es una leyenda. Este pequeño cubo de colores es el rompecabezas más vendido del mundo, y por una buena razón: es increíblemente fácil de entender y ridículamente difícil de resolver.
A primera vista, parece simple: solo tienes que alinear los colores en cada cara. Pero en cuanto lo giras una vez, te das cuenta de que has desatado un monstruo de 43 trillones de combinaciones posibles.